domingo, 4 de septiembre de 2011

La Paz


Hoy es el Día del Peatón y Bolivia se ha levantado con la prohibición de circular. Hoy estamos obligadas a estar paradas, obligadas a tragar con las circunstancias. A esperar pacientes a que esto pase, como si fuese un mal temporal.

La Paz sin coches se siente rara, sola y vacía, como si le faltase algo importante, algo esencial. Está como siempre sólo que extrañamente silenciosa, reconcentrada, como si su ruidosa sangre no pasase por sus venas. Su corazón sólo bombea a medias y le falta la respiración. Se siente algo más desvencijada y gastada. Desganada, hurtada y echando de menos su ritmo ya acostumbrado.

Hay gente paseando, aunque tampoco mucha y los niños juegan en la calle. Se han organizado actividades para que los niños aprendan educación víal. Las paradas varias de snacks y fruta y ropa se han expandido respecto a su abarrotada situación habitual tomando parte del asfalto.

Yo necesito que no sea aquí. Necesito que no sea ahora.


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