domingo, 11 de septiembre de 2011

En Perú, hace algo más de un mes


Estando en Perú me planteo las innecesidades con las que vivo. La superficialidad de muchas de las cosas que tengo y que hago. Me planteo mi propia vanidad y mi presumidez, consciente de que en casa pasan bastante desapercibidas, pero aquí, sacadas de contexto, se vuelven perceptibles y me parecen grandes, vacías y sin sentido.

Empiezo a darme cuenta del peso que tiene la gente en mi viaje y llego a la conclusión de que mi viaje, al igual que mi vida, no trata de sitios, lugares y cosas, trata de personas. De las personas con las que comparto mis experiencias, las personas que forman parte intrínseca de las mismas y las personas que rodean, como actores secundarios, esos hechos. 

Esta conciencia va a marcar bastante mi viaje.









No hay comentarios:

Publicar un comentario