Buenas noches mi niño lejano.
Un día de estos te llamaré y te contaré que ya no te quiero.
Te contaré que me has gastado. Que no me has querido y me he marchado.
Que me has perdido el interés.
Que si quieres de mí, tendrás que buscarme. Que mi almita ya no está por ti. Que mis tripas ya no te sienten. Que tu olor ya no me llega. Ni tu voz. Ni tu risa vacía. Que mi profundidad ya no te trasciende. Ya no te concierne.
Así que buenas noches.