miércoles, 18 de mayo de 2011

Cortos de cine


Hoy he ido al cine a ver unos cortos. Dos de ellos para ser más precisos.
He intentado no ir sola, pero no lo he logrado. No tengo demasiado poder convocatoria (si no me ayuda Pol).
Me daba un poco de pereza ir sin nadie con quien comentar la jugada, pero como empiezo a estar cansada de no hacer cosas que quiero hacer sólo porque no encuentro quien me acompañe a ver pelis raras o exposiciones raras, pues he decidido hacerlas sola y comentarlas mentalmente y luego largaros el rollo en el blog :-D
El caso es que he ido por mi cuenta.


He llegado 10 minutos antes de la hora de inicio anunciada y estaba todo el mundo fuera del cine. El público me ha parecido extrañamente variopinto.

Dado el carácter del tema (el tema de los cortos/cine de autor parece ir siempre rodeado de cierto aire de ‘moderno gafapasta de tejanos ajustados y camisa de cuadros sobre camiseta blanca’) esperaba que hubiese una docena de hippsters como mucho, ellos con sus bigotillos sin barba y ellas... también, pero con jersey de abuelita y sin sujetador. 

En lugar de eso me he encontrado con gentes de edades muy variadas. Eran familias enteras. Había padres, abuelos, jóvenes, niños, algún moderno de esos, alguna moderna de esas, no sé, de todo un poco. Y yo.
Y además parecían conocerse todos. El ambiente era más el de las familias cuando se encuentran esperando al autobús que les trae a los niños después de las colonias de verano, con ese reconocerse de otras veces y esa expectación e ilusión por ver a sus hijos, que el ambiente de ir al cine a ver una modernez.

He observado un poco y pensado otro poco y he llegado a la conclusión que serían las familias, amigos y demás allegados de los directores, productores y actores de las pelis en cuestión.

Como en cualquier evento de este tipo, siempre hay alguien que sobresale, o que al menos lo intenta. En este caso era un chico de unos veintitantos, que saludaba con una efusión peculiar a mucha gente, su tono de voz era un poco más alto que el de los demás y he pensado que sería uno de los directores, ebrio de un protagonismo ansiado y nuevo.


La entrada libre en este país siempre es un momento complicado, pudiendo llegar a ser crítico, en el que nos debatimos entre la educación, el que pensarán y el ansia por llegar primeros a coger sitio...
En los otros países no sé como debe ir este tema, pero desde que vi a un grupo de nórdicos haciendo cola para cruzar la Gran Vía ordenadamente al ponerse verde el semáforo, ya me creo cualquier cosa!


Estar en esa sala era como estar presente en una gran reunión familiar de una familia que no es la tuya.

También me ha recordado cuando voy a ver cosas de danza, pero sin tanto esnobismo (que ya es decir), ni tanta pose, con más naturalidad y muuucho mejor rollo. Y mejor proporción entre hombres y mujeres, y ahora que lo pienso, me ha parecido que la media de la altura era más bien baja, especialmente en ellos... igual que en la Feria de Abril... no sé, será que el cine y la farándula es cosa de jóvenes bajitos.  

La sala se ha llenado. Finalmente han apagado la luz y la gente se ha callado.

Los cortos:
Mi pequeño ello:
El título me ha sonado a Coixet.
Sólo empezar la película, me ha venido a la cabeza la Yocasta de Martha Graham y esas películas antiguas, casi mudas, con aire de experimentales para la época (y para ahora aún más), sobre tragedias super trágicas que escribían los griegos antiguos... Pues eso es lo que fue.

Tu mateix:
Es una peli sincera, clara y sencilla, desnuda, sensible, muy real y, sobre todo, muy humana. La he encontrado muy interesante. Me ha gustado estética y emocionalmente. La recomiendo a cualquiera que tenga un poco de sensibilidad e interés por el comportamiento y por las relaciones humanas, en este caso familiares.
Me ha recordado a Blog, pero en profunda. 



Notas:
Creo haber sido la única persona que ha asistido a este pase de los cortos voluntariamente y sin tener vinculación alguna con los mismos.



La Yocasta de la Graham:

Los Hippsters:
http://bit.ly/k7C3OK


Mi pequeño ello: